Berlín/dpa
El escolta de la Bundesliga alemana de fútbol, sale el Wolfsburgo, hospital empató 1-1 en propio campo con el Schalke, mientras que el colista Hamburgo cayó por 1-0 en campo del Werder Bremen y quedó más cerca de perder por primera vez la categoría al completarse la fecha 29 del fútbol germano.
Tres días después del 4-1 sufrido a manos del Nápoles en la Liga Europa ante su propia hinchada, el Wolfsburgo dominó gran parte del duelo hasta que Leroy Sané, de 19 años, abrió el marcador a los 53 minutos para el Schalke con un contragolpe en solitario que degradó a la defensa rival al papel de comparsas.
El belga Kevin de Bruyne, garantía de gol, igualó a los 78’, pero pese a redoblar la presión en el último tramo del duelo, los anfitriones no consiguieron anotar y dejaron dos puntos por el camino.
“Nuestro equipo quería ganar y eso lo demostramos al quedar en desventaja”, evaluó tras el partido el gerente del Wolfsburgo, Klaus Allofs.
El técnico del Wolfsburgo, Dieter Hecking, efectuó varios cambios en la formación respecto al partido contra el Napoli. El más llamativo fue el del internacional germano André Schürrle, que se desempeñó como delantero centro.
“Ese es mi juego, pese a que no soy un verdadero nueve. Pero soy muy flexible”, dijo el jugador, que aún no está del todo recuperado de una lesión y fue reemplazado a los 81’ por Bas Dost. “Todavía no estoy como para jugar 90 minutos”.
Completada la fecha 29, el Bayern Munich, que batió el sábado por 2-0 al Hoffenheim, lidera la clasificación con doce puntos de ventaja sobre el Wolfsburgo y podría conquistar su título número 25 de forma anticipada el próximo fin de semana dependiendo también del resultado de su escolta.
El Wolsburgo cuenta aún con una ventaja de siete unidades frente a sus perseguidores, el Bayer Leverkusen y el Borussia Mönchengladbach. El Schalke está quinto, con el mismo puntaje que el Augsburgo, a 19 puntos del Wolfsburgo.
En Bremen, un penal convertido por el argentino Franco Di Santo deparó al Werder un triunfo por 1-0 sobre el Hamburgo, que permanece en la cola de la tabla.
Di Santo ejecutó el penal a seis minutos del cierre reglamentario después de que Valon Behrami fuese expulsado por derribar a Zlatko Junuzovic.
El Hamburgo luchó durante el partido, pero su nuevo técnico Bruno Labbadia no consiguió que el equipo pusiera fin a una racha de seis partidos sin goles.
Los hamburgueses cierran la tabla y están a cuatro puntos de una plaza de permanencia segura en primera división. Aún quedan cinco jornadas.
El Bremen, por su parte, ascendió al séptimo lugar y está tres unidades por detrás del Schalke, en plaza de Liga Europa.
“Jugamos bien el partido. Todavía tenemos esperanza”, sostuvo el defensor del Hamburgo Heiko Westermann. “¿Y ahora cómo sigue esto? Ya no puedo oír más esta pregunta. La próxima semana jugamos en casa con el Augsburgo y trataremos de ganar”, dijo irritado a un periodista televisivo.
“Fue un típico partido de 0-0”, señaló, por su parte, el director deportivo del Werder, Thomas Eichin. “Pero nosotros fuimos claramente mejores, el equipo más dominante”.
La primera mitad estuvo llena de choques físicos, el peor de los cuales le propinó el holandés Rafael van der Vaart a Jannik Vestergaard, dejándolo fuera de la cancha.
Tras la pausa, el Hamburgo no consiguió dominar el balón y el Bremen fue aumentando la presión. René Adler atajó sendos tiros de Di Santo y de Levin Öztunali.
En el minuto 83, Behrami derribó a Junuzovic cuando entraba en el área chica y fue expulsado. Di Santo envió el penal al ángulo superior derecho y dejó al Hamburgo más cerca de su primer descenso a segunda en más de medio siglo de Bundesliga.