Por: Licenciada Norma Guevara de Ramirios
El espectáculo de Mis Universo terminó, sus ecos dejan recuerdos buenos a unos, burlas a otros, indiferencia a la mayoría; porque para la mayoría, el vivir cotidiano, las preguntas de cómo comer ahora, eso es lo que se impone.
Hechos importantes que tienen y tendrán impacto en la vida de todos a lo largo de varias generaciones, como el endeudamiento público, el impago del gobierno al fondo de pensiones, son hechos que, noticiosamente, solo son valoradas por quienes están más atentos y tienen una actitud crítica.
Lo que no se puede pasar por alto es el alza de los precios de los huevos, de los plátanos, del arroz, del maíz y los frijoles, de la comida, la medicina. Esos hechos sí entran a la vista de la mayoría, porque son los elementos para la vida cotidiana y para lo cual es preciso tener dinero para acceder a esos bienes.
Lo difícil es darnos cuenta de que la capacidad adquisitiva se hace cada vez más escasa para la mayoría, por el estancamiento de salario, la pérdida de empleos, la baja en la actividad económica en general y de los pequeños comerciantes.
El espectáculo grandioso que cuesta millones al gobierno, como el recién pasado concurso de Mis Universo, deja al pobre solo deudas pendientes de pagar, pues el endeudamiento publico lo pagamos entre todos a lo largo de décadas.
Entender que el endeudamiento al que nos ha sometido el actual gobierno en un poco más de cuatro años, y que es equivalente a lo que endeudaron dos gobiernos anteriores a él, en 10 años, eso es tema de conversación y crítica de unos pocos.
Sí, la Asamblea Legislativa le ha aprobado un poco más de 9,900 millones de dólares en créditos al gobierno de turno, y le ha permitido, por ley, no pagar lo que debiera pagar al fondo de pensiones por cuatro años; esa deuda, superior a dos mil millones de dólares, se acumulará para otros períodos presupuestarios, o se convertirá, un día, en imposibilidad de pagar su pensión a los jubilados.
El presidente ha hecho llamados a invertir en El Salvador, pero lo que cualquier empresario hace, antes de invertir, es estudiar el panorama del país, su seguridad jurídica, la capacidad adquisitiva del pueblo, y esos, como otros factores, apropiados para invertir, están muy mal en nuestro país.
El 17 de noviembre pasado, el economista César Villalona, en una entrevista dada al canal TVX, exponía, con datos oficiales, la desnudez de nuestra deteriorada economía, mostrando que hasta sectores y productos que antes crecían, como la agroindustria del azúcar, revelan indicadores de crecimiento negativo.
Con el espectáculo de Mis Universo, trataban de presentar una imagen al mundo de prosperidad, pero, como decían en mi pueblo, para hacer ver que algo que quiere ocultarse: “se le salió el fustán”; aparecieron noticias incomodas, como las revelaciones del jefe de maras capturado en México y entregado a Estados Unidos; según esas revelaciones, el gobierno lo liberó de la cárcel, lo armó y lo sacó irregularmente a Guatemala, ¿cuál guerra contra pandillas?, se preguntarán los que afuera han creído que somos el país más seguro.
También, en esos días, apareció la noticia del cierre de una planta productiva de maquila que dejará sin empleo a más de 700 personas.
Cruel resulta constatar que mientras el presidente llama a invertir, las empresas se van; y para colmo, el jefe de fracción de sus diputados, el señor Cristian Guevara, se expresa con menosprecio a la susodicha empresa (que da trabajo a más de 8 mil personas).
Ese diputado dice “que se vayan”, porque pagan bajos salarios. Bueno sería que dijera que se vayan y aquí les pagaremos mejor salario; pero la dura realidad es otra, esas personas y sus familias dejarán de tener ingreso y sin perspectiva de ser contratados ni en lo privado ni en el gobierno.
Con los datos sobre la economía brindados por el economista Villalona, con los recortes de presupuesto en las áreas de educación, salud, agricultura, entre otros, queda claro que el panorama para la vida cotidiana de las mayorías será peor, y las cifras de hambre proyectadas por la FAO y el PMA, para nuestro país, crecerán; eso indica que más de una quinta parte de nuestra población entró y entrará al universo de quienes han dejado de comer un tiempo de comida, o no tienen para comer.
Empleados de gobierno y alcaldías persiguen a quienes buscan ganar algo vendiendo en la calle, o como ocurrió en Chalchuapa, donde cerraron por una semana el comercio de los alrededores para que las candidatas a Miss universo no vieran la pobreza.