Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
Sobre tres años de gestión, no habiéndose concretado ninguna de las promesas realizadas que atrajeron la emoción y el delirio de quienes apostaron por el actual gobierno, intentemos descubrir sus logros concretos.
Primero admitamos que la actual administración domina la política mediática y el discurso persuasivo, así como el manejo de recursos públicos no transparentados, para así granjearse el apoyo de las mayorías.
Por otro lado, la ausencia absoluta de transparencia junto al discurso ofensivo aparentemente le ha asegurado réditos ante la población.
Y sí, porque esta administración no planifica, solo reacciona, reduciéndose a ingeniarse sobre la marcha la estrategia a seguir, lo que debemos considerar al comprender porque agotó en apenas meses las reservas estratégicas que legó la anterior administración.
En materia laboral, la generación de empleos debemos contextualizarla, pues el crecimiento del número de empleados se corresponde con que China ha derivado su producción en América Latina [BID/BM/FMI], así como que las administraciones de Biden y Trump, realizaron como acá entrega de ayuda a las familias estadounidense [$3000.00, en dos momentos] de entre las cuales alrededor de 250,000 de origen salvadoreño fueron beneficiadas –BC/MH/ME-, y estas las enviaron como remesas, lo que ha dinamizado a los sectores construcción y maquila.
Es decir; no es producto de esta administración la generación de ningún empleo, y los que se han creado son producto de la coyuntura, permitiendo así a la administración alardear supuestos logros que no ha realizado.
Veamos para ilustrar cómo el mercado interno reacciona a los controles para evitar los abusos: este se ha vuelto más caníbal, pues a los aumentos de precios de la canasta alimentaria, producto del conflicto en el Cáucaso, debemos añadir la ausencia de control, pues se carece de las herramientas legales para perseguir y sancionar a los infractores, dado que el neoliberalismo se ha impuesto definitivamente al estado.
Ahora, las medidas draconianas dirigidas a controlar el hampa tropiezan con un estado carente de la infraestructura para albergar a los 30,000 detenidos, evidente en el asesinato bajo custodia de 16 detenidos hasta el jueves 19, de entre los cuales habrá que determinarse cuantos de estos eran parte del 1% que asegurara sarcásticamente el ejecutivo “fueron detenidos por equivocación”.
Por otro lado, la persecución se hace contra uno de los grupos terroristas, no así contra los otros, o los criminales de cuello blanco, de entre los cuales aquel ex presidente que repitió durante cuatro horas de interrogatorio en la asamblea “todo se hizo bien en mi presidencia” se aloja sonriendo en Italia, con lo robado como producto de la privatización de la banca, o los militares asesinos de nuestro pueblo a los que el régimen resguarda asegurando impunidad.
Y si continuamos, más allá de la parafernalia mediática los logros de la gestión se reducen a nada.
Sin embargo, si hay algo en lo que brilla esta gestión es saber hacer malabares, manteniendo la atención de las mayorías en estos mientras secuestra las libertades, la riqueza y el futuro de nuestro pueblo.
Entonces, ¿que seguirá?