Página de inicio » Opiniones » ¿Y el sistema de salud pública, qué?

¿Y el sistema de salud pública, qué?

Luis Arnoldo Colato Hernández

Educador

Por los diferentes medios de comunicación hemos escuchado como los sindicatos de salud pública han durante los últimos 3 años, denunciado tanto el desabastecimiento de medicamentos en el sistema, como además el que al mismo el régimen le ha aplicado una suerte de austeridad institucional dirigida supuestamente a recortar gastos innecesarios.

Por supuesto que el ahorro en materia sanitaria es una medida que siempre se debe observar, pero sin que ello suponga erosionar la atención hacia el paciente y sus necesidades.

Y es precisamente eso lo que ahora estamos observando, en el colmo del extremismo de esa política de supuesto ahorro, cuando las mismas gremiales de profesionales de la medicina han realizado pública denuncia de cómo en el ISSS para el caso, se han separado a los especialistas en las diferentes ramas de la medicina, para que sean los médicos generales los que asuman la responsabilidad de intervenir a los pacientes, incluso quirúrgicamente, sustituyendo así a los primeros.

Antes de continuar repasemos la definición de especialista.

Se lo denomina especialista en materia sanitaria, a todo médico que ha adquirido durante el debido proceso formativo, las habilidades y dominios sobre una particular área del organismo humano, certificándolo así para atender las dolencias que, sobre esos tejidos particulares, él paciente padezca.

Naturalmente su escalafón difiere del rango anterior por lo que su monetización será también diferente.

Ahora bien, históricamente tanto educación como salud públicas han sido siempre dejadas de lado, lo que se expresa no solo en la carencia de recursos tanto humanos como materiales con los que dispone el sistema, pero correspondiendo con el razonamiento político que anima el reparto porcentual del presupuesto de la nación entre las diferentes carteras, y que para el caso de nuestro presente, se corresponde con el crudo hecho de que el régimen ilegal que nos mal gobierna, ha privilegiado en su orden, a comunicaciones de la presidenciales, la milicia y seguridad pública.

Por supuesto que la seguridad pública debe ser fortalecida pero no desde una perspectiva político electorera, sino desde una integradora, abordando las causales de la violencia social que nos aflige, porque los recursos con los que se cuenta no son infinitos, y deben ser más bien utilizados eficazmente como con consecuencia, atacando el delito integralmente abordando sus causas históricas, las que en cambio son siempre son dejadas de lado porque se las expolia electoreramente,  justificando por ejemplo desmanes tales como la contratación innecesaria de deuda pública que no nos reportó ningún beneficio, utilizándose en cambio para perpetuar al régimen fortaleciendo al ejército, que está visto, solo existe para favorecer las injusticias que padecemos desde siempre.

Entonces las carencias que la dirección de salud pública alega atacar con los recortes que le hace al sistema, son en realidad excusas políticas para encubrir la mala gestión que de los recursos públicos hace el régimen, desviando los mismos para más bien atender sus intereses mientras descuida la salud del soberano, que es quién paga las cuentas.

¿Hasta cuándo?     

Ver también

El turno de la Iglesia Católica

Por Leonel Herrera* La Iglesia Católica se ha pronunciado tres veces contra la derogación de …