FRANCIS FANCI
www.aventuramistica.com
Ahora que, click como suele decirse, “se destapó la olla” y todo el mundo quiere saber el paradero de los Dólares; yo quiero saber en dónde están los Colones. Antes de que el lector o lectora piense que esto es pura zumba o chacota, recordemos que el Colón no desaparecería.
Según la ley, el sistema es bi-monetario. Colón y Dólar, ambas monedas de curso legal, el uso de una u otra se suponía opcional; como en Panamá el Dólar y el Balboa; por lo tanto, los Colones que poco a poco fueron captados por los bancos y sacados de circulación, no pueden ser destruidos. Por otra parte, la dolarización no agregó capital nuevo a la reserva nacional, supuestamente la misma reserva que respaldaba al Colón respalda al Dólar que circula en nuestro país; así que los Colones deben estar guardados en alguna parte.
Cuando el dinero está circulando, está distribuido por todas partes; pero al dejar de circular, al acumularse incrementa su volumen; el papel puede deteriorarse o destruirse, pero ¿y las monedas? En nuestro país el Colón ya no era papel cuando fuimos dolarizados.
Para hacernos una idea de lo difícil que es guardar tantas monedas: Holanda, sin ser una de las economías más grandes, en la necesidad de guardar la moneda nacional para hacer circular el Euro, buscó un espacio equivalente a dos estadios de futbol. (Publicado en Financial Times, noviembre-diciembre 1998, citado por Peter L. Bernstein), por supuesto, fue una solución temporal.
En su libro “Miles de Millones”, Carl Sagan menciona poseer una estampilla de correos de 50 millardos, se trata de una estampilla alemana de 1923, el punto más crítico de la crisis inflacionaria; Sagan comenta: “En aquel tiempo se necesitaba una carretilla cargada de billetes para ir a la panadería o a la tienda de comestibles. Por el rescate de sus hijos, Francisco I de Francia pagó a Carlos V de España 1.2 millones de escudos, contar y verificar la legitimidad de las monedas se llevó 4 meses (1529).
Otro rescate, el que exigió Leopoldo Duque de Austria por Ricardo Corazón de León, asunto incluido en la trama de Ivanhoe de Sir Walter Scott, fue de 150.000 Marcos, todo en peniques de plata; para ser embalados para su traslado se requirieron miles de carpinteros trabajando durante un año según el Profesor Benjamin Friedman del Harvard Economics Department. Así que, no es tan descabellado preguntarse: ¿en dónde están los Colones?
PAZ Y AMOR.
FRANCIS FANCI. –Centro de Estudios e Investigaciones Filosóficas-