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Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Una niña, un globo rojo y un lápiz se fusionaron a través del lente de Ana Gabriela Rosales para plasmar en una fotografía “La inocencia robada”, los sueños rotos de una menor de edad embarazada y los sueños académicos que quedan detenidos a causa de la violencia sexual.
¿Y quién dice que los sueños rotos no son una muestra de violencia contra las niñas y las adolescentes? fue titulada la fotografía de Ana Gabriela, ganadora del segundo lugar en el concurso “El tiempo de las mariposas”, organizado por el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) y Médicos por el Mundo.
Según el Informe sobre el Estado y Situación de la Violencia contra las Mujeres en El Salvador 2018, pese a la “importante disminución en el porcentaje de embarazos en adolescentes que pasó del 32.57 % en 2009 al 28 % en 2017, la cifra sigue siendo alta. En los últimos años, el marco jurídico ha sido reforzado. Por ejemplo, se ha reformado la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LEPINA), sobre la protección frente al acoso escolar, a través de la incorporación de programas educativos relacionados a la educación sexual y reproductiva, el embarazo precoz, la violencia de género, prevención del acoso escolar”.
Asimismo, se ha promovido la no discriminación de las niñas y adolescentes madres, embarazadas o víctimas de violencia. A fin de garantizar que las niñas, niños y adolescentes tengan una vida libre de violencia, también se ha reformado el Código de Familia, para prohibir el matrimonio infantil. Sin embargo, queda pendiente la prohibición de las uniones matrimoniales “tempranas”, con lo cual se complementarían las medidas de protección para los menores de edad frente a prácticas atentatorias a sus derechos.
La violencia contra las mujeres no es solo problema de relaciones de pareja o de familia, sino que se ejerce en todos los espacios, comunitarios, de trabajo, en el hogar y en los centros educativos. La tasa general de violencia a lo largo de la vida en el ámbito educativo es de 29.7 de cada 100, lo que representa más de 1 de cada cuatro mujeres en el país.
