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¡YA BASTA, LA UES SE NIEGA A MORIR!

Por Pablo González

Hace poco un personaje, que externa e internamente, representa las oscuras fuerzas del mal, expresó en una convención de políticos derechistas, el síndrome de la rana hervida, aplicada a nuestro país y a otro país, lugar de la conferencia. Debemos referirnos que hemos vivido varias veces ese síndrome, pero, también hemos aprendido a saltar oportunamente, al menos, las personas en pleno uso de la razón y conscientes de nuestro entorno cercano. Sin duda alguna, existen en nuestro país, personas que en este momento son mayoría en las votaciones, que están alucinadas por el mecanismo del estado de excepción de los derechos constitucionales, mediante el cual y con el manejo de las pandillas, ha hecho disminuir los homicidios expuestos públicamente.

El síndrome nos ha sido aplicado, para evitar sentir el problema económico, todo está subiendo de precio, pero poco a poco, de esta manera la rana no salta, o sea, el pueblo no protesta, porque somos un pueblo que a todo le hallamos solución. Sabemos evitar gastos superfluos o innecesarios, para lograr estirar el presupuesto del hogar, a fin de poder comer, transportarnos, curarnos en nuestra salud y vivir bajo un techo. Todo despacito se va agravando nuestra situación económica. En adición, tenemos una propaganda que entretiene, shows a cada rato, para distraernos de los problemas reales, como el del ciclismo que se avecina. Tenemos el show de la nueva biblioteca y la esperanza de convertir el país, en uno que viva del turismo, del tráfico del bitcoin y su tráfico adicional que conlleva.

Soluciones reales o de raíz, brillan por su ausencia, en cuanto al surgimiento de la delincuencia, al trafico vehicular, a la generación de empleo, a la educación e investigación, a la jubilación costeable, a salud del pueblo, al endeudamiento del estado y a la economía popular. Despacito nos inculcan que estamos bien, que esos problemas solo están en nuestra mente, que no son reales. Así la rana no salta o protesta.

Todos estos dolores, están calentando el agua, debemos pensar el síndrome de la rana hervida, para tomar consciencia que existe nuestra dignidad y nuestros intereses, que antes de consumirnos en nuestro dolor y morir por inanición, bien podemos saltar, protestar enérgicamente, a fin de corregir nuestro rumbo. Debemos aprender a pensar por nosotros mismos y hacer valer nuestros derechos, ahora suprimidos.

Existe desde hace siglos la alegoría de la caverna de Platón, la cual va mejor con nuestra manera se ser, que poner atención a discursos sobre ranas sentadas. Esta alegoría trata de un grupo de prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego ilumina al otro lado del muro y los prisioneros ven las sombras proyectadas por objetos que son manipulados por personas que pasan por detrás.

Los prisioneros creen que lo que observan es el mundo real, sin darse cuenta de que son las sombras de esos objetos. Sin embargo, uno de los ellos consigue liberarse de sus cadenas y comienza a ascender. De este modo, es capaz de observar la luz del fuego más allá del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le hace volver a la oscuridad.

Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a la luz y, con cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates propone que este es un primer paso en la adquisición de conocimiento. Después, sale al exterior, en donde observa el reflejo de las cosas y las personas, para luego verlas directamente. De este modo, admira por primera vez las estrellas, la luna y el sol.

Sócrates sugiere que este individuo concibe lo que ve (mundo de las ideas) como una realidad superior. Entonces, regresa para compartir lo que ha descubierto con los otros prisioneros, ya que siente que debe ayudarles a ascender al mundo real.Cuando regresa a la caverna no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz exterior. Los que habitan allí piensan que el viaje le ha dañado y no desean acompañarle afuera. Platón, a través de Sócrates, afirma que los reclusos harían lo posible por evitar dicha travesía, llegando a matar a quien se atreviera a intentar liberarlos. Del estado evolutivo mental egoico se retorna al nivel de Membresía mítica, sitio que lamentablemente ocupa el sector social local, denominado como Focas.

Por lo tanto, unámonos en un ¡YA BASTA!, porque nuestra UES, se niega a morir.

https://www.culturagenial.com/es/mito-de-la-caverna-de-platon/

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