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En esta entrevista profundizamos un poco sobre los planteamientos políticos del presidente del partido político Nuestro Tiempo, Juan Valiente. El rol actual de la oposición política frente al Gobierno de Bukele y su camino en el sendero de los próximos comicios electorales de 2024.
¿Habrá una oposición política sólida para el 2024? ¿Nuestro Tiempo está preparando su fórmula presidencial? Estas dudas son abordadas con el líder de un partido político que de momento solo cuenta con un diputado de los 84 de la Asamblea Legislativa, pero es un proyecto que aspira a liderar a la oposición.
Juan, defina a la actual oposición política en pocas palabras y luego dígame, ¿por qué la define de esa forma?
Bajo el ataque del bukelismo. Se ataca y con pasión lo que se teme. Si se promoviera la democracia, se fortalecería a los partidos políticos nuevos y renovados, se abrieran los espacios para el diálogo y el debate, se eliminarían las prácticas del uso de la mentira y la desinformación como estrategia política para destruir a la oposición, se lucharía genuinamente contra la corrupción.
¿Realmente cree que la oposición pueda disputar la mayoría al oficialismo para el 2024?
El país necesita que se restaure el balance de poderes. Este nivel de concentración del poder está destruyendo nuestra débil democracia y amenaza la estabilidad del país y su futuro. No se trata de poder, se trata de hacerlo para que el cambio y la renovación política no sea del diente al labio, sino que sea de verdad un cambio profundo, con total rendición de cuentas y transparencia.
Ustedes, desde Nuestro Tiempo, ¿cómo ven la siguiente elección? ¿de partidos, bloques, coaliciones? ¿qué se asoma en el horizonte electoral?
El siguiente proceso electoral está definido por la construcción que ha hecho el presidente de un bloque de partidos oficialistas, Nuevas Ideas y todos los demás que apoyan irracionalmente lo que pide el presidente. Los que pedimos pensamiento crítico, discusión de propuestas, ataque frontal a la corrupción, total transparencia y rendición de cuentas estaremos en las próximas elecciones enfrentando este bloque perverso.
¿Nuestro Tiempo está preparando ya su fórmula presidencial?
Nuestro Tiempo está trabajando en fortalecer su relación con los ciudadanos en comunidades, en colonias, en municipios. Estamos trabajando para que todos aquellos que se sientan huérfanos de opciones políticas, vean en Nuestro Tiempo una opción para el futuro del país. Y además ya comenzamos las discusiones internas sobre el proceso electoral del año 2024. Tenemos precandidatos decentes y capaces para la Asamblea Legislativa, para muchas alcaldías y también para la Presidencia de la República.
¿Cuál es el rol inmediato de la oposición política de este país?
Nuestro rol en este momento es luchar por la restauración del régimen democrático. El Salvador pierde posibilidades de futuro si se continúa debilitando la independencia judicial, si se sigue destruyendo el marco jurídico de la información pública, si no se ataca frontalmente la corrupción.
¿El partido Vamos es un aliado o sólo un cordial contrincante electoral?
El partido Vamos es una fuerza política que también busca, al igual que nosotros en Nuestro tiempo, la restauración de la democracia. Nuestro énfasis para las próximas elecciones es precisamente convencer a la ciudadanía de la importancia de recuperar la independencia judicial, de fortalecer las prácticas de un buen gobierno limpio y transparente, de fomentar la confianza en el país para que haya más empleo e inversiones.
Sé que es muy pronto para hablar de proyecciones electorales, pero usted en una reciente entrevista en el programa Pulso Ciudadano, dijo que Nuestro Tiempo será la segunda fuerza política de El Salvador, ¿cómo sostiene esta aspiración?
Aspiramos a que la mayoría de esos 800 mil votos que en el 2021 no votaron por este régimen aproveche esta nueva ocasión electoral para votar a favor del verdadero cambio y la renovación de la política. El Salvador ya no necesita políticos reciclados y que han vivido bajo varias banderas diferentes. El Salvador necesita de ciudadanos y ciudadanas decentes dispuestas a poner de primero el azul de nuestra bandera.