Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
El Fiscal General, treatment Douglas Meléndez, fue juramentado como tal, el 7 de enero pasado, luego de un mes sin esa figura del Ministerio Público, debido a la falta de consensos en la Asamblea Legislativa. Demás está decir que el nuevo funcionario generó muchas expectativas en diversos sectores, incluyendo el mediático.
Y dado que el cargo dura nada más tres años, y que hay serios problemas de delincuencia y crimen organizado en el país, que se reflejan fundamentalmente en el número de homicidios y las extorsiones, lo lógico era que el Fiscal Meléndez anunciara un plan especial para investigar estos delitos, con el acompañamiento de la Policía Nacional Civil, la Inteligencia Policial y la Inteligencia del Estado.
Pero, no, el nuevo Fiscal se ha inmiscuido en otros aspectos, indudablemente importantes, pero no tan importantes como los arriba señalados.
Está bien que el Fiscal se preocupe de ordenar la casa, es decir, auscultar si el personal que le dejó su antecesor es o no cualificado, si las plazas administrativas deben ser cambiadas para contratar los 30 fiscales que dice necesitar. Es bueno que investigue si hay nepotismo y otros actos de corrupción, pues, es necesario combatir todo mal que afecte el perfecto funcionamiento de las instituciones.
Lo malo que le vemos a ese absoluto empeño de lo administrativo es que se deja en espera los anuncios que todos quieren escuchar del Fiscal General. Primero, como lo sugerimos en un editorial anterior, si se va o no a investigar la existencia de una estructura supra que mueve a su antojo los hilos del incremento o la baja de homicidios.
Y es que ya no basta con decir que los homicidios se ordenan desde las cárceles, pues, si bien puede ser cierto, arriba de quienes dan las órdenes debe haber otra estructura que goza, además de libertad, de poder económico y quizá hasta político. Entonces, lo que queremos saber es que haya toda una línea de investigación y persecución de estructuras “oscuras”, para disminuir de una vez por todas los homicidios, sino es que para erradicarlos.
Queremos saber, si hay una línea de investigación de los carteles de la droga, de impulsar las investigaciones para erradicar las extorsiones. En fin, tantos anuncios relevantes que aún esperamos escuchar del señor Fiscal General.
Que bueno que de parte de las nuevas autoridades de Seguridad Pública si han puesto énfasis en lo que la ciudadanía quiere escuchar: enfocar el trabajo de la seguridad para enfrentar el tema de los homicidios y las extorsiones.
Esperemos que, y muy pronto, la Fiscalía, junto a la Policía y todas las instituciones que tiene que ver con la seguridad, anuncien de planes conjuntos, en la lógica que persigue este artículo editorial.
