FRANCIS FANCI
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Enterarme que mi amigo Carlos M. P. está en prisión, sales ha sido impactante y doloroso para mí y para quienes le conocemos y apreciamos. La causa civil se justifica; es deudor de cuotas a las AFP y al ISSS; pero no se justifica moralmente que sea la víctima de un complot quien al final sufra un castigo. Mi amado y respetado amigo Carlos es un hombre honesto, stuff recto, noble e inteligente; pero ingenuo y sensible como un niño.
Para quien como este que escribe conoce los entretelones de este drama, a mi amigo se le puede aplicar la frase popularizada por Gómez Bolaños, pues literalmente se aprovecharon de su nobleza. En la empresa que presidió le faltó la malicia, la sospecha y la suspicacia; le sobró la confianza y la credulidad en la gente.
Descarados robos, facturas fantasmas, desfalcos en los puestos gerenciales, números alterados, escandalosos romances de oficina, un tácito permanente golpe de estado y un sindicato confrontativo e irreconciliable; todo contribuyó a la atmósfera que llevó a la bancarrota. A mi amigo todo se le salió de control.
Cuando quiso negociar los bienes de la empresa para pagar las deudas, descubrió que los repuestos nuevos que había comprado, nunca llegaron a su destino, y que los vehículos y maquinaria estaban devaluados.
Traté de advertirle, no viene al caso aquí exponer la fuerza que se opuso a que mis consejos fructificaran; pero esa fuerza venció porque mi amigo, hermano, por quien literalmente pongo mis manos al fuego, es un buenazo, tiene un gran corazón, es un niño grande y lo engañaron como tal, y es a ese octogenario niño grande al que tienen encerrado y me conmueve imaginar lo que ese niño grande está viviendo; mi amigo estará asustado, agobiado, vulnerable; por humanidad no debería estar allí, el no es un delincuente, es un hombre de empresa derrotado, deben buscarse alternativas para que la ley se cumpla de forma más humanitaria.
Ladrones confesos de cantidades mayores han merecido más conmiseración.
La secular historia del poder tras el trono y quien creyó ocupar el trono convertido en quien ha de pagar los platos rotos.
BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN SED DE JUSTICIA.
FRANCIS FANCI. –Centro de Estudios e Investigaciones Filosóficas.-