Patricia Meza
@DiarioCo Latino
Olga Chacón, sovaldi de 67 años, originaria de San Miguel y que hoy vive en la colonia Libertad, al norte de San Salvador, abordó el bus de la ruta 26. Cuando se subió dijo buenos días y le preguntó al motorista, ¿ésta me lleva al Salvador del Mundo?, es que voy a la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.El motorista le dijo que tenía que abordar otro bus.
Chacón solo es una de las miles de personas que este día tienen como objetivo llegar a la plaza de las Américas, para participar de un hecho histórico para el país, la beatificación de San Romero de América.
Sin importar lo que tenga que caminar, cargando una bolsa con panes, la mujer con mucha convicción afirma “yo siempre creí que lo iban a beatificar”. A unas cuadras de donde abordó Chacón el bus, sobre el bulevar Constitución, miles y miles de feligreses caminaban hacia el templete.
Decenas de buses provenientes de diferentes partes del país llegaban al redondel la Gloria, donde los peregrinos tenían que caminar por lo menos 2 kilómetros hasta llegar a su destino. Paso a paso, cantando y portando pancartas jóvenes, religiosas, mujeres, niños y niñas, adultos mayores caminaban hacia el Salvador de Mundo acompañados de la Policía Nacional Civil y Cuerpos de Socorro, pero sobre todo con la fe puesta en que este día El Salvador reafirma lo que para los salvadoreños ya era un hecho, la proclamación de la beatificación de Romero.
Monseñor fue asesinado el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba una misa en la capilla del Hospitalito de la Divina Providencia por un Subsargento de la sección II de la Guardia Nacional, y miembro del equipo de seguridad del ex presidente de la República, coronel Arturo Armando Molina. El Arzobispo oficiaba la misa de cabo de año, de Sara Meardi de Pinto, madre del periodista Jorge Pinto. La Comisión de la Verdad señala como autor intelectual de la muerte de San Romero, al fundador del partido ARENA, Roberto D´Aubuisson.