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“ZACATECOLUCA, LA ESPERANZA CON ROSTRO”

Wilfredo Mármol Amaya

Psicólogo y escritor viroleño

 

El presente escrito fue publicado en el 14 de abril de 2009, cialis por Daniel Joya (http://diasporaopina.blogspot.com/), bajo el título de Zacatecoluca, la esperanza con rostro; y releerlo permite dimensionar el horizonte y su significado para la sociedad viroleña, y porque no decirlo para el país entero, llamado El Salvador.  Acá el escrito.

“El domingo 4 de mayo de 2008, Zacatecoluca se bañó de un torrencial excesivo para ser de las primeras lluvias del año, eran señales de esperanza y de victoria. A las 6:45 p.m. cesó la lluvia y con ello se hizo posible la reunión pública con el Dr. Francisco Salvador Hirezi, convocada por los residentes de la Colonia “La Arboleda”, al sur de la ciudad,  “díganle al Dr. Hirezi que la reunión se mantiene, es más, acá estamos ya los residentes esperándoles”,  sentenció la llamada telefónica. El nerviosismo era natural de parte de los acompañantes del Dr. Hirezi, pues la deuda de la gestión anterior aún se hacía sentir, pero desapareció de tajo con la acogida de los vecinos. No era para menos, era la primera reunión política, que el Dr. Francisco Salvador Hirezi, médico de profesión, y los candidatos a concejales y concejalas tendrían en el casco de la ciudad. Esta fue la primera acción política del candidato.   La llegada a “La Arboleda” fue a las 7:35 de la noche. Increíble, pero sí que había algarabía y mucho colorido, era un especie de renacer de la participación política de la población civil; la cancha de básquet ball estaba iluminada, el sonido convocaba con la música de Los Guaraguao de Venezuela al son de las Casas de Cartón a viva voz del “Grupo Anastasio Aquino” de la localidad; los vecinos vestían en su mayoría colores rojo y blanco, habían sonrisas en los rostros de hombres, mujeres, niños y niñas. Los ruidosos petardos de vara y de colores pasearon e iluminaron el cielo oscuro de la post lluvia. Se respiraba señales de victoria, señales de esperanza. Alrededor de 250 personas se congregaron esa noche. Los vecinos, a través de su Comité de Base, presentaron sus aspiraciones y necesidades, los señalamientos serios sobre el evidente abandono del actual gobierno local, por el hecho de ser considerados de otro partido. “Se le olvidó a éste funcionario (refiriéndose al señor Medardo Alfaro) que se es gobierno para todos y no sólo para los allegados” expuso una maestra de profesión.

Seguidamente, otra vecina tomó el micrófono y con aplomo manifestó “Dr. Hirezi cuando Mauricio Funes anunció su postulación aquella maravillosa noche, allá en el atrio de la Iglesia El Calvario, nos regresó la esperanza, la confianza y la alegría, gracias por haber aceptado este reto, estamos con usted doctor, usted es un profesional sensible y está con su pueblo y su pueblo está con usted…rescatemos esta Alcaldía, para rescatar la cuidad…” La señora coordinadora del Comité de base dio lectura a la carta, que entre otras cosas exponía las arbitrariedades contra la Colonia, incluso la manera en cómo fueron excluidos de participar en las fiestas patronales por el hecho de ser considerados, por el alcalde Medardo Alfaro, como gente de izquierda. “Sólo un proyecto le pediremos Dr. Hirezi, el techado de la cancha para nuestros jóvenes” señaló una diminuta pero elocuente señora. Fue una noche donde las mujeres viroleñas hablaron y sí que se hicieron escuchar. Ahí estaba presente el legendario Padre David Rodríguez, el hombre de mil batallas que con su ejemplo, guitarra y Biblia en sus manos testificaba el amor incondicional a su pueblo. Al final, hubo una reflexión relativa a la arrogancia como mala consejera de los funcionarios públicos.

El momento esperado, el Dr. Hirezi hizo uso de la palabra. Esa noche los vecinos de la Arboleda fueron testigos de una exquisita facilidad de expresión, respaldada con mensajes de transparencia y los deseos de hacer gobierno desde y con el pueblo; el Dr. Hirezi se comprometió a ejercer un gobierno de puertas abiertas, capaz y honesto, es más, se adquirió el compromiso de realizar reuniones del Concejo Municipal de manera pública en las colonias, escuelas, de tal manera que la ciudadanía tenga la oportunidad de ver y oír como sus representantes, en el gobierno local, discuten y resuelven sus necesidades. El Dr. Hirezi sentenció “Nunca un proyecto municipal sin el apoyo popular, nunca un proyecto popular sin el apoyo municipal” Una expresión que se quedaría como grito de batalla en toda su campaña. Sus palabras elevaron el júbilo de los viroleños y las viroleñas.

Esa noche, después de la lluvia, la ciudad se puso cálida, era el calor de todo un pueblo en busca de mejores derroteros, para sus hijos e hijas. El Dr. Francisco Salvador Hirezi devolvió la fe y la esperanza de un futuro prometedor. El compromiso y el cariño, esa noche, se esparcieron por doquier. La actividad concluyó a las 10:15 de la noche; la ciudadanía presente se retiró a sus casas con nuevos brillos y deseos de que las cosas fueran mejores y diferentes. De todas maneras, mañana es lunes y el pueblo regresa al trabajo cotidiano -sentenció una señora de la estirpe de los Huezo Córdova – quien por cierto trabaja como dependiente en un almacén de la localidad.

Posterior a esa noche de esperanza en la Arboleda, se realizaron reuniones masivas y altamente participativas de vecinos y vecinas, en los Barrios de Analco, San José, La Cruz, Colonia Chinchontepec, Comunidad La Fortuna, en la Cosme Spessoto, Colonia San Carlos, Comunidad Valle del Sol, Cantón Los Platanares, El Nilo; los brazos abiertos de la población se hacían sentir en cada una de las tertulias.

El ingreso y recibimiento, por parte de los vendedores y vendedoras del mercado, en la intemperie de las galeras, encabezados por Martita Valladares y don Catalino (un líder vendedor de lácteos), fueron la muestra evidente, contundente y convincente que las perspectivas de victoria rodaban sobre  rieles cuesta abajo, con el beneplácito popular. El fervor se introducía por las venas, y de las sonrisas de las personas, surgían deseos que mandataban:

No otra cosa es el servicio al pueblo,

sagrado y obligado 

inexcusablemente honesto,

del amanecer al anochecer

no otra cosa es. Así de sencillo

Un médico sensible y apreciado por la población, acompañado de un grupo de candidatos y candidatas concejales, con deseos de acompañar este esfuerzo, generaban y refrescaban el acontecer político de una ciudad anquilosada en los malos ejemplos de cómo no debe hacerse política y sobre todo  a espaldas de la población. “El pueblo que no revisa su historia, está condenado a repetir los mismos errores” enarboló en una oportunidad uno de los candidatos al Concejo.  No hay dudas que Zacatecoluca ha sido, en los últimos tres años, una ciudad abandonada, desordenada, estridente, cuyos barrios ancestrales fueron enchapados de manera miope e innecesaria con el asfalto y lo que es peor aún, una ciudad sin ilusiones. Como muy bien lo señala Daniel Joya, un salvadoreño en la diáspora comprometido con la verdad y un mejor El Salvador: “El sol ha salido para que brille la esperanza”

El triunfo del Dr. Hirezi es la oportunidad y una invitación permanente a tener en cuenta que “con este pueblo, no cuesta ser buen pastor” como ilustró Monseñor Romero, la voz de los sin voz. Así lo dispuso la comunidad viroleña, urbana y rural el pasado 18 de enero (Día de las elecciones.)

Este será  el compromiso a partir del uno de mayo de 2009, no hay marcha atrás, el Dr. Hirezi es llamado a dirigir junto al partido que condensa el proyecto de las trasformaciones históricas, las buenas nuevas de Zacatecoluca, sueños y esperanza de cambio; atrás han quedado las promesas, el momento de las realidades ha llegado. Zacatecoluca es por hoy una ciudad donde la esperanza tiene rostro. Dios bendiga esas ilusiones. Que así sea.”

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