Madrid/dpa
Ajeno a los elogios de sus jugadores y el ruido de los trofeos, el técnico francés Zinedine Zidane permanece inmerso en su tarea de construir un Real Madrid a su gusto, un empeño para el que consiguió todo el crédito gracias a sus éxitos.
En menos de tres meses, el “novato” Zidane ganó la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa, dos títulos conquistados con extraordinarios niveles de épica y, desde luego, una buena dosis de una fortuna que el Real Madrid siempre persigue históricamente.
Si el trono continental lo consiguió ante el Atlético de Madrid en la tanda de penales, la Supercopa del martes la ganó al Sevilla con una prórroga forzada gracias a un tanto del joven Marco Asensio, un gol de Sergio Ramos en el descuento y uno definitivo de Dani Carvajal a un minuto del final. Dos defensas y un debutante le dieron el título a los blancos.
“¡Esto es el Madrid!”, tituló hoy el diario “Marca” para ensalzar el valor del escudo y la lucha sin desmayo hasta el final.
“El Madrid nunca se da por perdido. Ese es su emblema desde que por él pasó Di Stéfano, dejando un espíritu indomable que se ha transmitido de generación en generación”, añadió “As”.
Más allá de la epopeya, lo llamativo fue que el Real Madrid ganó la Supercopa con una alineación sin siete futbolistas titulares de la última final de la Liga de Campeones, pues no estuvieron de inicio Keylor Navas, Pepe, Toni Kroos, Luka Modric, Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Unos por cuestiones físicas y otros por vacaciones.
Zidane puso a los futbolistas que mejor forma física tenían, independientemente de sus nombres. Así, dio entrada a Asensio y éste respondió con un espectacular gol en la primera parte. De hecho, el técnico del Real Madrid confirmó después del encuentro que el interior formará parte del primer equipo, lo que debería inquietar a Isco y James Rodríguez.
Durante esa rueda de prensa, un grupo de jugadores -incluidos Ramos, Marcelo o Casemiro- interrumpieron su intervención y llenaron de agua al francés en medio de una gran fiesta, escenificando el buen ambiente que vive el vestuario.
“Se ha visto que somos un bloque”, destacó Ramos, un jugador que ha marcado goles en cuatro finales internacionales con el Real Madrid, lo que no deja de ser muy simbólico si se tiene en cuenta que es un defensa.
Qué diferente es esta pretemporada a la del pasado año, cuando a estas alturas ya se hicieron públicos varios conflictos de los jugadores con el entonces entrenador, Rafa Benítez, quien sería destituido en enero. Zidane asumió el mando y ya se sabe cómo concluyó la temporada.
Ahora el francés está en un proceso de reconstrucción que tiene más que ver con el cómo que con el quién. De momento, el club sólo recuperó a Álvaro Morata y Asensio, y no efectuó fichajes propiamente dichos. El plantel es básicamente el mismo. Pero lo que le interesa a Zidane es encontrar un estilo definido.
Por lo apuntado al final de la pasada campaña y en esta pretemporada, Zidane quiere un equipo muy intenso y que presione en campo contrario, algo para lo cual necesita compromiso de los futbolistas y una excelente condición física. La siguiente cuestión vendrá cuando lleguen las estrellas y tenga que dejar fuera de la alineación a futbolistas de enorme peso.
Pero si algo ha demostrado Zidane en este tiempo es su capacidad para manejar grupos con una sonrisa permanente y sin ofrecer grandes titulares. En este sentido, es un claro seguidor de la “escuela Ancelotti”, el entrenador blanco antes de Benítez y actualmente en el Bayern Múnich.